A veces

A veces el trabajo y el esfuerzo no son suficientes para que las cosas salgan como uno las sueña. A veces, la vida pone demasiadas piedras en el camino, y parece que todo se alinea en tu contra: el trabajo, los exámenes, las relaciones, las obligaciones, e incluso las aficiones. A veces te das cuenta, una vez arrasado el maizal, de que el maíz todavía está verde. A veces.

Son pequeños resquicios, huecos de duda que se filtran en el ánimo de cada uno. Porque, aunque a veces no nos guste reconocerlo, también somos humanos. Y nos equivocamos más veces de las que nos gustarían. Repasamos una y otra vez el trabajo hecho, para ver en qué fallamos, y, a veces, ese mínimo fallo no dependió nunca de nosotros.

Pero (y siempre hay un pero), lo importante es levantarse una y otra vez, apartar las piedras del camino o simplemente buscar un camino alternativo,alcanzar la meta, encontrar otro maizal para poder arrasarlo con el hormiguero. Así que ya sabes: si en algún momento te sientes desfallecer por cualquier causa, sea más o menos importante, aprieta los dientes y sigue escalando la montaña para poder ver la laguna azul. Recuerda esto: nunca dejes de caminar. Nos vemos en la Asamblea.